Un estudio revela que los huracanes con nombres femeninos se perciben como menos amenazantes, llevando a una menor preparación y resultando en un mayor número de víctimas.
Mildred Real nos recuerda la importancia de estar preparados, sin importar el nombre del huracán.
Accede al artículo El género del huracán impacta en la preparación, publicado en Mildred Real
¿Sabías que los huracanes con nombre de mujer causan el doble de víctimas que los huracanes con nombre de hombre?
Desde mil novecientos setenta y nueve, la Organización Meteorológica Mundial utiliza alternativamente nombres de hombre y mujer para identificar los huracanes y tormentas tropicales, con el fin de facilitar la comunicación con el público en cuanto a las previsiones, avisos y peligros.
Al darle nombre a los huracanes, se reduce la confusión sobre a cuál fenómeno se están refiriendo los medios y las autoridades. Y, de esa manera, es más fácil reconocer los boletines de alerta. Cada año se prepara una lista potencial de nombres para la temporada de huracanes. Ésta lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto. Las listas son recicladas cada seis años y se reemplazan los nombres cuando el huracán ha sido destructivo.
Así es, los huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores en Estados Unidos identificó que los huracanes que tienen nombres femeninos son más letales y generan más muertes que los que tienen nombres masculinos.
El estudio analizó las cifras de muertes causadas por huracanes en Estados Unidos durante más de seis décadas, concluyendo que las muertes atribuidas a tormentas con nombre de mujer ascendían al doble. Según los expertos, debido a que la gente percibe a las tormentas con nombre de mujer como menos amenazantes y toma menos precauciones.
Ante ésta situación, los científicos sugirieron cambiar el método para bautizar a los huracanes a fin de contrarrestar el sexismo inconsciente que termina por afectar los niveles de preparación de la población. Y aunque la experiencia ha demostrado que usar nombres de hombres y mujeres en la comunicación escrita y hablada es más corto, más rápido y causa menos errores que cualquier otro tipo de identificación usada, siempre podemos hacer algo para mejorar.
El Centro Nacional de Huracanes subrayó que las personas deben poner el foco en la amenaza que supone cada tormenta, independientemente de si se llama Sam o Samantha.
Ahora que conocemos que el inconsciente 'nos traiciona', definitivamente vamos a tomar las medidas necesarias para protegernos de cualquier huracán, tenga este el nombre de un hombre o el nombre de una mujer.