Luquillo-Fajardo, PR – La Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste (CEN) calificó sin fundamento y engañosas las expresiones hechas por el Presidente de la Asociación de Constructores de Puerto Rico, Agustín Rojo, sobre la alegada “manera restrictiva en que se ha implementado” la Ley de la Reserva Natural del CEN (RNCEN) tras supuestamente impedir reparaciones a estructuras existentes en esta área natural protegida.
“En la RNCEN no existen residencias ni otras estructuras en uso con la excepción de aquellas que dan apoyo a la casa de playa del Gobernador de turno. Por lo que es vergonzoso que el líder de una de las organizaciones que representa un sector importante de nuestra economía no haya hecho el mínimo esfuerzo de informarse previo a dar su opinión, haciendo un mal servicio a la discusión pública y quienes confían en él”, señaló Nilda García, presidenta de la Coalición Pro CEN, organización comunitaria que ha liderado la protección de esta reserva natural junto a su desarrollo sostenible por más de 20 años.
Esta añadió que “las expresiones del Sr. Rojo son irresponsables y contrarias a su supuesto llamado de defender un desarrollo planificado, y de “mantener la discusión sobre planificación y protección ambiental en un marco constructivo, basado en datos y evidencia”. Prefirió ignorar el hecho sobre la existencia del Plan Sectorial de la RNCEN, el cual contiene un plan de usos de terrenos identificando aquellas áreas específicas en el Corredor designadas para la conservación y el desarrollo de actividades ecoturísticas y de turismo de naturaleza.”
La líder comunitaria de Luquillo hizo referencia así a los Planes Sectoriales y Reglamentos para la RNCEN y Áreas Adyacentes, documentos adoptados por la Junta de Planificación (JP) tras un proceso amplio de participación y vistas públicas en el año 2015. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) tiene a su vez un plan de manejo para la RNCEN dirigido a la restauración de los ecosistemas y guiar la recuperación de las especies, incorporado también como parte de los planes sectoriales. Estos están disponibles al público en la página web de la JP.
El Presidente de la Asociación de la Construcción de Puerto Rico (ACPR) se había hecho eco de expresiones hechas por el Presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, en la convención anual de esta organización celebrada recientemente. En esta actividad, el representante anunció que iba a presentar enmiendas a la Ley de la RNCEN al alegar sin fundamentos que “si una familia quiere remodelar o construir o hacer un pozo séptico en su casa no lo puede hacer”, dando a entender erróneamente que existen personas residiendo en el área protegida. Este alegó también que la protección de la RNCEN “ha castrado el desarrollo económico en el noreste de Puerto Rico”, ignorando así lo dispuesto en la propia ley permitiendo su desarrollo ecoturístico y de actividades basadas en el turismo de naturaleza.
La Reserva Natural del CEN consta de aproximadamente 3,000 cuerdas de terreno a lo largo de la costa de Luquillo y Fajardo, en la falda de El Yunque. Alberga comunidades de coral, praderas de yerbas marinas, manglares, ciénagas, y manglares, incluyendo uno de los pocos remanentes de bosque costero con características similares a los encontrados en Puerto Rico previo a la colonización española. En la zona se ha documentado la presencia de más de 865 especies de flora y fauna, incluyendo 53 identificadas como raras, vulnerables o en peligro de extinción, algunas únicas de Puerto Rico. Las playas del Corredor son una de las más importantes para el anidaje del tinglar, especie de tortuga marina en peligro de extinción, en la jurisdicción de los EE.UU.
La Ley de la RNCEN (Ley Núm. 8 de 13 de abril de 2013), declara como política pública “la preservación, restauración y conservación” de los terrenos de esta área junto a su desarrollo basado “en actividades relacionadas al ecoturismo y turismo de naturaleza”. Esta ley fue aprobada con el endoso unánime de todos los miembros de la Legislatura y el Ejecutivo en el año 2013, tras el apoyo de numerosas entidades gubernamentales y civiles. Entre estas se destacan el Servicio Forestal Federal, el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, la Junta de Planificación, la Asociación de Economistas de Puerto Rico, el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico, y la Sociedad Puertorriqueña de Planificación.
Otras organizaciones que participaron de este esfuerzo incluyen a Para La Naturaleza, la Iglesia Evangélica Unida de Puerto Rico, la Diócesis de Fajardo-Humacao de la Iglesia Católica de Puerto Rico, la Coalición Ecuménica e Interreligiosa de Puerto Rico, el U.S. Green Building Council – Capítulo del Caribe, el Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable del Sistema Universitario Ana G. Méndez, así como varias de las organizaciones conservacionistas de mayor renombre en los EE.UU., tales como el Sierra Club, Surfrider Foundation, National Wildlife Federation, Waterkeeper Alliance, Environmental Defense Fund y el World Wildlife Fund, entre otras.